DERECHOS DEL INVESTIGADO

Toda persona que está siendo investigada por la comisión de un hecho delictivo en un proceso penal tiene los siguientes derechos previstos en el art. 118 de la LECrim, que son los siguientes:

1. Derecho a ser informado de los hechos que se le atribuyen y de todos los cambios relevantes que se produzcan a lo largo de la investigación. 
2. Derecho a examinar las actuaciones con la debida antelación para salvaguardar el derecho de defensa y, en todo caso, antes de que se le tome declaración.
3. Derecho a actuar en el proceso penal para ejercer su derecho de defensa.
4. Derecho a designar libremente abogado. El derecho de defensa incluye el derecho a la asistencia letrada de un abogado de libre designación o, en su defecto, de un abogado de oficio. El investigado debe ser defendido por un abogado a lo largo de todo el proceso penal y tiene derecho a comunicarse y entrevistarse reservadamente con él, dado que todas las comunicaciones entre ambos son confidenciales. Además, el abogado estará presente en todas sus declaraciones y en el resto de las diligencias de investigación que se practiquen.
5. Derecho a solicitar asistencia jurídica gratuita, debiendo ser informado del procedimiento para hacerlo y de las condiciones para obtenerla.
6. Derecho a la traducción e interpretación gratuitas.
7. Derecho a guardar silencio y a no prestar declaración si no desea hacerlo, y a no contestar a algunas de las preguntas que se le formulen. A diferencia de los testigos, que están obligados a decir verdad en su declaración, el investigado puede decidir si desea o no declarar y, de hacerlo, tiene derecho a responder únicamente a aquellas preguntas que desee (por ejemplo, puede responder únicamente a las preguntas que le formula su abogado).
8. Derecho a no declarar contra sí mismo y a no confesarse culpable.